Convento de los Carmelitas
El nombre de adopción proviene de la época de las cruzadas donde un cruzado calabrés, una vez que llegó a Tierra Santa, se instaló en el Monte Carmelo conviviendo con los anacoretas instalados en algunas de las muchas cuevas de aquel paraje. Practicaban la regla de San Basilio.
Con la llegada de nuevos eremitas, y el transcurso del tiempo, la regla fué cambiando adaptandose a los tiempos y a las ideas que surgían en el colectivo de ermitaños. Fué en 1245, por Inocencio IV, cuando se instauraría la regla definitiva. Esta definió el modo de vida de la nueva Orden religiosa. Fundamentalmente consistía en mantener una vida austera donde predominaba la penitencia, la contemplación y el rezo o la oración ( había que levantarse por las noches para la oración y la meditación del universo; practicar el ayuno, la abstinencia, el silencio y la pobreza).
En 1564 Juan de la Cruz, influenciado y aconsejado por Teresa de Avila , reformó definitivamente esta Orden . Los carmelitas descalzos, acorde con la filosofía de vida que asumen, adoptan una manera de presentarse a la sociedad -"los hijos de Teresa de Jesús se presentaban como Religiosos bien diferenciados, con el espíritu que les transmitiera su fundadora" (1)-, consistente en ir con los pies desnudos en sandalias de cuero, con túnica de capucho y escapulario de color marron (castaño) y capa blanca.
Introducción del escrito presentado por Teodoro de Molina con motivo del III Centenario de El Convento de Los Carmelitas descalzos de Gaucín.